La Enfermedad desde una Perspectiva Psicológica
Podría
decirse que todo aquello que se denomina dolencia o enfermedad es una
construcción que se arma en el curso del tiempo y dentro de una circunstancia
precisa. La dolencia es el resultado de la interacción que las personas
establecen con el medio que las rodea.
Teniendo
en cuenta que el hombre es una unidad, cuando padece una enfermedad, se enferma
de forma integral. En este marco conceptual es importante, tener en cuenta que las
características de personalidad y los factores psicosociales son considerados
como factores de riesgo para que se produzca una determinada patología.
Es
fundamental lograr disminuir el motor que propulsa a este padecimiento, para
poder desactivar este mecanismo y como consecuencia encarar medidas
terapéuticas integrales, que tiendan a reequilibrar todas las alteraciones
producidas, tanto físicas como emocionales.
Siguiendo
la evolución del concepto de enfermedad se podría afirmar que en un comienzo la
enfermedad consistía en un daño atribuido a diversas causas. La enfermedad, por
ejemplo, podía ser interpretada como una sequía, tempestad, peste, etc. Era
también considerada como un castigo por haber contrariado a la voluntad tutelar,
también podría ser entendida como producto de la envidia o la maldad de ciertos
enemigos. Podría ser vista además como la simple determinación del destino. La enfermedad
era en todo caso, algo que viene de afuera, de un afuera impreciso, ya que el cuerpo
ni siquiera era denominado con exactitud.
Desde
la más remota antigüedad ya se había observado que las emociones y las
contrariedades de la vida podrían generar trastornos de apariencia corporal. Psicológicamente
hablando se podría considerar a la enfermedad como una expresión de demanda de
atención por parte del inconsciente, sin olvidar que debe existir una
predisposición orgánica a contraer determinadas patologías, dado que cuerpo y
mente son inseparables.
Licenciada en Psicología Ana Laura D´Agostino

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