Psicología Infantil

Psicología Infantil

¿Cómo influye la calidad de las relaciones vinculares en el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos?

La personalidad está vinculada a un determinado modo o forma de ser y tiene que ver con las experiencias que el sujeto ha tenido en relación a las personas que le rodean. El niño/a a partir del contexto en el que se encuentra y de las diferentes interacciones,  adquiere e internaliza un determinado modo de ser.

Es muy significativa la relevancia del contexto en el que estos infantes crecen y los modelos adultos (maestros, padres, familia, amigos, etc.) de los cuales van tomando conocimientos, ejemplos, etc. El conocer y acercarse al contexto en el cual están inmersos los niños/as posibilita  adoptar diversas formas de actuar y comprender cuáles son las necesidades de estos infantes.

La capacidad de escucha, la resolución de problemas, la capacidad para motivar y aumentar la autoestima y la valoración del sí mismo, la asertividad, las habilidades sociales, la aprehensión de hábitos, la puesta de límites, la adquisición e incorporación de normas y modelos adultos significativos, etc., posibilitan el adecuado y saludable desarrollo infantil, generando como resultados aprendizajes significativos y un contexto sano en el cual crecer y poder ser.

Que el niño/a viva en un hogar contenedor que le brinde no solamente la satisfacción de las necesidades básicas sino además los cuidados necesarios y primordiales para que obtenga una crianza e infancia adecuada, depende de varios factores, como ser la presencia de modelos o figuras adultas significativas y contenedoras, educadores que sean guías de los educandos, de variables sociales, culturales y ambientales, de la personalidad que vaya adquiriendo el menor entre otras.

Durante la infancia del niño/a acontecen una multiplicidad de experiencias y vivencias, las cuales dejan marcas muy significativas tanto en la familia como en el menor. Es importante que los infantes se sientan bien emocionalmente y fuertemente vinculados, de manera de poder sobrellevar el desarrollo y proceso de crecimiento de la forma más saludable posible. Las vivencias de los menores forman parte de la identidad y de la historia de los mismos y es por este motivo que es tan importante prestar atención a las consecuencias, emociones y vínculos que se van produciendo en los niños/as. Es decir, que el niño/a lleva consigo todas las situaciones, experiencias y vivencias que ha ido experimentando a lo largo de su corta o larga edad y lo van determinando y marcando a nivel individual y personal de manera que, todas aquellas consecuencias emocionales, tienen que ver con las circunstancias que este ha tenido que vivir, sufrir y enfrentar.

El crecimiento y desarrollo producen en el niño/a gran cantidad de sensaciones y sentimientos, las cuales son tolerados saludablemente si los pequeños/as cuentan con modelos adultos significativos, que puedan cumplir roles adultos de sostén,  protección, cumpliendo el papel de contenedores y brindándole cariño, amor, es decir, los cuidados que estos niños/as se merecen, de manera que él/ella mismo y sus educadores puedan establecer vínculos profundos, estables y duraderos que aseguren y garanticen al niño/a su tranquilidad y bienestar emocional, físico e integral.

  El contexto en el que se desarrolla, desenvuelve y pertenece el niño/a adquiere una importancia fundamental, ya que sentará las bases de las primeras experiencias que estos mismos vivencien y formará parte de su integralidad. Los diversos contextos, como ser el cultural, social, familiar, educativo, escolar, etc., irán influyendo y determinando las diversas fases del desarrollo infantil, lo cual abrirá paso a la estructuración de la personalidad. Las relaciones vinculares, los modelos adultos, las figuras parentales, los roles aprendidos, las normas, el aprendizaje, los límites, factores como el apoyo, contención, apego, grupo de pares, etc., constituirán la identidad infantil, por lo que se le adjudica al contexto que rodea a los infantes mucha importancia a nivel del desarrollo y salud física y mental.

                                 Licenciada en Psicología Ana Laura D´Agostino