Aspectos Psicológicos de la Violencia de Género

¿Por qué lo llamamos violencia de género?
Preferimos hablar de violencia de género, violencia machista o violencia hacia la mujer porque son los conceptos que mejor se adaptan a la realidad, ya que explican que la violencia contra las mujeres es la consecuencia de la discriminación y del desequilibrio de poder entre mujeres y hombres en la sociedad.

¿Habían escuchado otros términos? como “violencia doméstica” o ‘violencia intrafamiliar’...Estas expresiones se limitan a informar sobre el lugar en el que se produce la violencia y no especifican aspectos tan esenciales de la misma como quién es la víctima, quién el agresor o cuál es el objetivo y la causa de esta violencia. Dentro de este tipo de “violencia intrafamiliar” se encuadraría la agresión entre cónyuges o parejas, pero también la agresión a menores, a personas mayores.

Diferencia entre agresión y maltrato
Debemos tener en cuenta que los objetivos de la agresión son diferentes. El hombre la utiliza para hacer daño de forma consciente y para mantener el control sobre la mujer (la ejerce sistemáticamente). Mientras que en la mujer suele ser una respuesta a una situación previa de violencia ejercida por el hombre, una reacción defensiva, y con ella la mujer no consigue salir de la espiral de violencia a la que se encuentra sometida, sino aumentarla.

Las reacciones sociales también son diferentes según el caso: Por ejemplo, en el caso de la agresión a la mujer, la sociedad responde minimizando la conducta del hombre y culpabilizando a la mujer. Sin embargo, cuando es al contrario no se buscan atenuantes para la agresión de la mujer al hombre.

En lo que se refiere a la relación, con la violencia el hombre pretende perpetuar esa relación, mantener el sometimiento. La mujer en cambio recurre a la violencia como único medio para acabar con dicha relación.

También encontramos diferencias después de la relación. El hombre continúa con la agresión después de la separación. La mujer no ataca al hombre una vez que ha salido de la relación violenta.

Maltrato psicológico
¿Qué puede ser el maltrato psicológico? Aquí entrarían los siguientes actos:
  • Los insultos ("eres una puta")
  • Los desprecios ("no vales para nada")
  • Las humillaciones y bromas ("¿Quién te va a querer con esa cara?” “te maquillas como un payaso”).
  • También supone violencia psicológica:

    • El ignorar a una persona (no hablar a alguien o hacer como si no existiera)
    • La amenaza de agresión física ("como no me hagas caso, te parto la cara").
    • El maltrato psicológico continuado, al igual que el físico, provoca sentimientos de humillación, que van destruyendo la autoestima de las personas, y sus secuelas son incluso más duraderas que las del maltrato físico.

Los objetivos que persigue el agresor con esas conductas:
  • Desvalorización: Destrucción, distorsión de la autoestima.
  • Aislamiento y abuso social: alejar a la mujer de su entorno familiar, social más cercano, ejercer el control, dependencia, incomunicación.
  • Amenazas: Impedir que la mujer cuente lo que pasa, infundir temor en ella. 
  • Chantaje emocional: inducir sentimientos de pena hacia él para que la mujer no le deje. 
  • Abuso ambiental: Infundir temor en la mujer y provocar daño emocional.
  • VIOLENCIA FÍSICA: Va desde un empujón intencionado, a una bofetada o arrojar objetos, hasta el extremo del asesinato. El maltrato físico, además de poner en riesgo la salud y la vida de las personas agredidas en los casos más extremos, provoca miedo intenso y sentimientos de humillación, que van destruyendo la autoestima de las personas hasta anularlas.
La violencia física genera en la mujer miedo, pánico, terror, ansiedad, humillación, vergüenza, indefensión, desesperanza, apatía.

Violencia o abuso sexual
Cualquier contacto sexual no deseado. Desde levantar las faldas a una chica, hasta la violación. Las agresiones sexuales también producen fuertes sentimientos de humillación y por lo tanto, producen daños psicológicos.

Abuso económico: 
Administrar los recursos económicos sin consultar ni dar cuentas a la mujer. Que busca con esto el hombre, crear la dependencia económica de la mujer, dejarla sin recursos para tomar iniciativas eficaces para prevenir y salir de la situación.

Debemos educar, sensibilizar y prevenir para que NO se sigan presentando más casos de violencia género. 

Ivette A. Benavides Gómez
Psicóloga 
Madrid 

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